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Tegueste vivió anoche el punto álgido de las Fiestas Patronales en Honor de la Virgen de Los Remedios 2018 con la representación de La Librea, una escenificación que trasladó durante casi tres horas a las más de 3.000 personas congregadas en la Plaza de San Marcos y las calles Prebendado Pacheco y El Casino al siglo XIX. Miguel Ángel Hernández dirigió a más de 600 personas que recrearon un día del Tegueste de 1814 en el que, además de una amplia exaltación de las costumbres y tradiciones de la época, se llevaron a cabo diversas teatralizaciones que, en algunos casos, plasmaban escenas que partían de los documentos encontrados en el Archivo Municipal de la Villa.

Una escenificación que anoche consiguió “revivir” por unas horas a la escritora y pintora inglesa Elizabeth Murray, quién en su vida residió durante varios años en las Islas donde retrató en sus obras, junto a Alfred Diston, a la Canarias que aquella época. Murray, que viajó a Tegueste por unos instantes, conoció por boca de uno de sus campesinos cuestiones de la idiosincrasia de la Villa, como la de que por qué los barcos son uno de los símbolos del municipio cuando jamás ha tenido mar.

Tras esta parte, campesinos, barcos tirados por bueyes, la Danza de las Flores, milicia, parrandas en directo, burros, caballos, cabras, y cientos de figurantes completaron la primera parte de la escenificación. Tras ellos, llegó el turno para el personaje de La Muerte y los jinetes del apocalipsis, en una alegoría de la Peste de Landres.

A esto le siguió el cuadro de veneración y el himno a la Virgen de Los Remedios, Alcaldesa Perpetua del municipio desde hace más de 30 años, que llenaron de sentimiento el recinto central, para dar paso a dar paso a los barcos, la danza de las flores y la milicia. La promesa de rendir culto a la Venerada imagen fue la escena previa al ataque y la batalla entre los Barcos y el Castillo, que la milicia defendió hasta vencer.

El posterior triunfo de Nuestra Señora de los Remedios y la quema de los Barcos supusieron el momento más emotivo de La Librea, con la explosión de colorido y resplandor de los fuegos artificiales. El himno de Nuestra Señora de Los Remedios volvió a sonar al cierre de esta espectacular representación, para custodiar a la Patrona hasta su entrada en la Iglesia de San Marcos Evangelista.

En toda la escenificación no faltaron elementos como la bienvenida a la plaza a los barcos que representan los diferentes barrios, los guachinches y ventorrillos, la cesión del mando que, durante la fiesta, el alcalde hace al capitán, las danza y música folclórica, las promesas a la virgen, las loas los bailes….y como no lo que en esencia era la Librea de Tegueste: La Procesión y la Batalla.

Además, este año las tradiciones se mezclaron con la más alta tecnología durante la escenificación, ya que durante la representación se utilizó el “mapping”, una técnica basada en adaptar de manera precisa imágenes de vídeo sobre un espacio o volúmenes tridimensionales y producir efectos de movimiento sobre esas superficies reales a través de contenidos en 2D y/o 3D.

Gracias al uso de este nuevo arte tecnológico, los miles de asistentes pudieron contemplar lo nunca visto antes en una escenificación de la Librea, sus símbolos más representativos en tres dimensiones. De esta manera, las nuevas tecnologías revivieron de nuevo en la plaza de San Marcos el antiguo cementerio. Como final de fiesta, la Virgen Nuestra Señora de Los Remedios apareció al final de la batalla en la fachada del Castillo.

Además, este año se llegaron a utilizar 150.000 vatios de potencia junto con la mejor tecnología de tipo LED. La mejor iluminación fusionada con el mejor sonido, ya que se contó con 10.000 vatios de potencia y una microfonía inalámbrica de última generación, hicieron de la Librea de 2018 una de las más espectaculares que se recuerdan.

En esta escenificación, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1997, intervinieron además de cientos de figurantes, la Parranda de la Tercera Edad de Tegueste, la Danza de las Flores, la Agrupación Folclórica El Naciente, la Agrupación Folclórica de Pedro Álvarez, la Agrupación Folclórica Teguaco, la Agrupación Folclórica Tabercorade, la Agrupación Folclórica Princesa Iraya, la Agrupación Folclórica Lava y Picón, la Asociación Cultural Tajaraste, los Barcos de Tegueste, San Luis, Pedro Álvarez y El Socorro; la Milicia, la Parroquia de San Marcos, Hermandades del Santísimo Cristo y del Rosario, y las candidatas a Romera de San Marcos y las candidatas a Reina de las Fiestas de Los Remedios.

El origen

Documentos de índole administrativa dejan constancia de la antigüedad de esta celebración en la Villa en 1600, según se desprende de los oficios escritos que se intercambian en 1814 el alcalde de Tegueste, Juan Manuel González, el Coronel del Regimiento Provincial de Milicias y el Comandante General, sobre préstamos de fusiles y un tambor necesarios para la aparente marcha que, junto a danzas y barcos, celebran la fiesta de Nuestra Señora de Los Remedios.

En estos oficios se recogen las conversaciones de Juan Manuel González con el coronel del Regimiento Provincial, y donde queda constatado el origen de la Librea: “Con motivo de haberme hecho presente el Gobernador de Armas de este lugar no serle posible en el presente año franquear como se ha acostumbrado siempre, los fusiles desde su compañía para formar aquella reunión de aparente marcha con que entre danzas, Barcos y otras diversiones, solemnizan estos vecinos la festividad de su Patrona desde que por su poderosa protección se libertaron de la epidemia que se padeció a principios del año de 1600”, según decía el alcalde teguestero en oficio de septiembre de 1814.

La fecha de 1600 vuelve a reiterarse en una de las misivas del Coronel: “(…) teniendo en consideración que esta celebridad cuenta dos siglos y catorce años pues fue su principio en el de 1600, y que en esta época ha habido muchos coroneles antecesores míos, parecería un efecto de ridiculez el que por falta de concurrir los militares se desluciera una celebridad tan antigua”.

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